«El Cristo está por encima de cualquier incorrupta», 5ª Frase memorable materna.

Todavía la repito y me río, dios¡¡¡ luego os extraña que tenga el carácter que tengo. Cuando oí la frase, mi primer recuerdo fueron las palabras de Natalia al comentarle mi posible introducción en política, y su media sonrisa a la vez que me decía,…pues tendrás que aprender un poquito de diplomacia, no se pueden decir las cosas como tú lo haces, eres demasiado brusca a veces….Cómo no lo voy a ser??? si mi madre llama a la Beata Madre Mª Angela Astorch, «cualquier incorrupta» ????

Vamos, como si el mundo estuviera lleno de ellas¡¡¡

A ver me explico. Ya sé que el primer año es duro para todo, hay que ir pasando las fechas señaladas y estas duelen, supongo por la novedad de la pérdida, supongo por la desorientación, no sabemos como actuar.

Este puente mis hermanos lo tenían claro, se iban a Sierra Nevada, los tres, yo me quedaba aquí, con los niños. Mi madre sóla. El día del padre además se cumplían justo 8 meses, como ella bien me recordó, y yo intenté ingeniármelas para hacer planes con ella. Le dije de ir a comer, ir al cine, y ella me dijo que por que no iba a su misa, es lectora los sábados en la Catedral. Entonces fue cuando se lo conté.

Hace aproximadamente un año, por un cúmulo de circunstancias fortuitas que parecían llevarme a él, decidí ir a rezar para pedir por mi padre, al Cristo del Gran Poder, en el convento de las Capuchinas. Era como si me llamara a su presencia, se paró justo en frente mío en su procesión del Viernes de Dolores cuando clamaba por una solución en mi vida, y posteriormente, me lo encontré a su vuelta al convento, justo en el momento exacto. Me parecía precioso, la capilla bastante tranquila, y después de esa primera vez, esporádicamente seguía visitándolo, he de reconocer, que como siempre en estos casos, en los momentos de crisis más complicadas.

Al morir mi padre perdí la fe, en general, y por supuesto en él en particular. No me había escuchado. Que tontería más grande pensar que lo haría¡¡¡ Además, me habían pasado un montón de cosas que me hacían rechazarlo más aún. Cómo se puede ser tan ingenua? Pensar que rezando se iba a curar de algo tan grave¡¡¡. Creer que con mis súplicas le salvaría la vida, o al menos se la alargaría,¡¡ me parecía totalmente absurdo. Tenía una estampa del mismo y cada vez que la miraba más rabia me daba. Eso si, la sigo llevando en el bolso, no me atrevía a deshacerme de ella. Pero lo cierto es que en aquellos momentos hubiera hecho cualquier cosa, cualquiera…

Pasó el verano, y de vez en cuando recordaba la paz que me daba estar en aquella capilla, pero mi ira me superaba , no, no quería volver…demasiados sentimientos….

En diciembre comencé a trabajar, y aparcaba todos los días en el parking disuasorio del Malecón. Dejaba el coche a las 9 de la mañana y lo recogía a las 9 de la noche. Lo cierto es que un poco de miedo si me daba, y alguien me dijo que le rezara al Cristo, que el me protegería, lo tenía cerca. Y de esta forma tan fortuita volví a él. De hecho me informé de las misas y de vez en cuando iba.

Al terminar de trabajar a finales de febrero, fuí una mañana de viernes, necesitaba verlo, quería encontrar de nuevo la tranquilidad mental, necesitaba relajarme, nada más lejos de la realidad, pues tuve una movida que no viene al caso, incluso tuve que salir del convento, y en ese momento juré y perjuré que no iría a verlo procesionar, al entrar de nuevo sentí una tremenda paz, y casi ipso facto me arrepentí de mis palabras. La cabeza dejó de pensar, ocurrió algo muy extraño en mi…sólo quería estar allí , nada más.

Las siguientes semanas iba dos o tres veces, escuchaba misa y me iba con energía, con las pilas puestas, empezar un lunes, o un miércoles con esa tranquilidad me daba fuerzas para superar cualquier cosa. Y uno de esos días me encontré con Pepita. La reacción de sorpresa de las dos fue enorme, hacía años que no nos veíamos. Me comentó que ella estaba muy involucrada con las monjitas y me contó lo de la Beata, que pese a estar siempre en frente mío, no le había prestado suficiente atención, yo sólo tenía ojos para el Cristo. Pídele lo que quieras, y más la primera vez_ me dijo_ rézale, es milagrosa. En ese momento lo primero que me vino a la mente fue responderle: Y por que nadie me dijo que pidiera a la monja clarisa??, yo siempre le había rezado al Cristo¡¡¡. A lo mejor ella si me hubiera hecho caso¡¡. Pepita, me miró con cara de condescendencia y me respondió: estás aquí por algo. Ya sabes, los designios del señor son inescrutables, tenía que suceder así, no lo pienses más, y mira sigues viniendo¡¡ por algo será, seguro que algo muy bueno te deparará.

Ni yo entendía que hacía yendo todavía, no me había escuchado¡, no me hizo caso¡¡… pero me relajaba…pensé, vale se puede asemejar a una clase de yoga, no?

Me comentó que antes del traslado a la Iglesia de San Nicolas de donde sale la procesión, suelen bajarlo y limpiarlo, es algo super especial, y no le permiten entrar a casi nadie, pero intentaría que me dejaran pasar.

Una mañana desayunando con Elvira, le conté lo de las misas, y que me sentía tranquila y en paz, cuando con su ironía Garceranusca me suelta, contra¡ a ver si te vas a parecer a Tamara Falcó, entre el blog tan pijo y la religiosidad¡¡, no te me conviertas en una friki¡¡¡, haz el favor de no ir contándolo por ahí¡¡….No podíamos para de reír¡ se puede ser más cabrona, la tía¡¡ ella casi preferiría que me decantase por el lado oscuro, y me dedicara a salir de marcha sin parar¡¡¡¡….pues yo a la chiquilla la entiendo , la verdad. Estoy feliz y muy a gusto con mi reencontrada fe. Creo que es una forma como otra cualquiera de estar en armonía con uno mismo, tampoco creo que termine de monja de clausura…

Cuando le conté toda la historia a mi madre, y por qué yo sólo le rezaba al Cristo, me contestó, claro querida, eso es un error, no se puede pedir directamente al Cristo, necesitas que intercedan por ti, a través de la beata o de la Virgen Maria, él está muy ocupado al lado del Padre. No te va a hacer caso. Cuando quieres algo de una persona, no vas a su madre, o a alguien muy cercano con quien tengas más confianza??. Mi respuesta era no, yo me dirijo a la persona en cuestión, pero no quería discutir. De verdad, que porque me lo dice ella, con esa seriedad suya tan característica, y Licenciada en Teología, cualquiera le discute sobre esos temas, me lo cuenta cualquier otra persona y me río en su cara. Me dijo que el martes me acompañaría a la misa antes del besapié , que era curioso que tantos años en los Maristas del Malecón y no había entrado en el Convento¡¡¡

Además que era llamativo como yo, de pequeña cantaba con un coro a la salida del Cristo del Refugio, en mi parroquia San Lorenzo, el Jueves Santo, siempre intentaba no perderme esa procesión pues la consideraba como algo mío, pero no le tenía especial fe a la imagen como tal, ella lo sabía.Y éste sin embargo me había llegado a impactar.

Este lunes al llegar a la misa, no estaba el Cristo, casi me da un infarto¡¡¡ _ ya lo han bajado_ me dijo Pepita. Ahhh¡¡¡, de repente una de las monjitas me mira y me dice, te apetece leer?, yo no pude negarme, y percibía que de verdad yo era parte de todo aquello, me sentía acogida, en paz, una serenidad que no tenía desde hacia mucho tiempo. Al terminar, Pepita me dijo: He pedido permiso, pasa, puedes verlo. Al entrar en la sacristía, allí, estaba él, me impresionó, se me saltaron las lágrimas, me emocioné mucho, (cosa difícil en mi). Eres una privilegiada_ me comentó_ nadie puede acceder, pero las monjitas me han dicho que adelante….Le toqué las manos, le besé, recé un ratito, me arrodillé, y supe que era una ferviente devota. Ya no tendría por qué ir el martes por la tarde, mi cercanía con él había sido total. Pero al llamar a mi madre, noté como le apetecía, y como bien me comentó Pepita, ayyy¡ los designios del señor ….Todo pasa por alguna razón…y ella sin saber que ese es mi lema¡¡¡ Así que esta tarde fuimos al convento. Tenía que ser así. Otra vez, él me dirige. Es increible¡¡

Le dije a mi madre: Mama, no se por que no me dí cuenta ni siquiera de la presencia de la Beata, sabía que había una vitrina detrás el altar, pero mi mente y mis ojos sólo estaban pendientes del Cristo, a lo que ella muy sería me respondió: Claro corazón, es normal, el Cristo está por encima de cualquier incorrupta¡¡¡.

Santa palabra¡

Un besazo